lunes, 25 de febrero de 2013

Medio rural 2.0

En Internet es habitual oír hablar de la web 2.0, donde el protagonista es el Contenido Generado por el Usuario (UCG) y los medios sociales (redes, blogs, wikis, agregadores, recomendadores, sitios de crowdfunding, webs de crowdsourcing, etcétera). Y es que nos encontramos en un momento extraordinariamente social a nivel de repercusión en los medios off line y on line, hasta el punto que el momento emergente y sin freno que viven las redes sociales está completamente ligado a ese altavoz de que hoy disponemos todos para hacer valer nuestras ideas, conocimientos o experiencias, que es la web 2.0, la web social. Esta etapa, que tuvo su antecesor en la web 1.0 (el boom .com), ha tenido diferentes 'reflejos' y consecuencias en la sociedad, así como en sus costumbres y necesidades. Y, evidentemente, también tiene sus repercusiones (bajo mi punto de vista, casi siempre positivas) para el medio rural.

Medio Rural 2.0
Gráfico ZONA RURAL.

En la etapa 1.0, hace ya más de una década, el medio rural utilizó Internet para lo que casi todas las empresas e instituciones lo hacían: para dar a conocer sus servicios o productos, 'vender ' su actividad positivamente, de manera unidireccional, sin facilitar la interacción del usuario ni la participación activa del internauta en la página que visitaba. Eran webs estáticas, poco atractivas. Vamos, en muchos casos 'ladrillos' en cuanto al contenido. Entonces sólo los ayuntamientos de zonas rurales más 'potentes', las mancomunidades y algunos colectivos y empresas rurales escasos contaban con una web, entre otras cosas porque, aunque ahora no nos acordemos, en los 90 sólo unos pocos tenían Internet ya no en sus casas sino en sus puestos de trabajo y negocios. Entre los más avezados para aprovechar el 'boom .com' estuvieron las empresas de turismo rural y los alojamientos rurales, que vieron en Internet la posibilidad de mostrar sus encantos y facilitar la reserva directa de los clientes, vía telefónica o incluso por correo electrónico.

Después surgieron portales de turismo rural más o menos especializados, como Top Rural, Las Casas de mi pueblo, Escapada Rural, A lo rústico o Rural Ibérica, para elegir la oferta que mejor se adaptaba a la necesidad de cada cual (por precio, localización, espacio, etc.).Y, conforme se añadieron sistemas de recomendación y buscadores (como ocurre en Niumba, Ruralia o Club Rural) el turismo rural se metía de lleno en la web 2.0.
Las empresas de turismo rural han sabido utilizar las ventajas de Internet para acercarse a su público, que antes sólo tenía modo de saber cómo era tal o cual sitio por 'boca-oreja' de sus conocidos. Y, de hecho, el ascenso del turismo rural en nuestro país coincidió con la explosión web.
Ahora estamos en la llamada web 2.0 y las cosas son distintas. No basta con estar en Internet, sino que hay que saber estar y hacerlo bien. Han surgido redes sociales especializadas en turismo rural (Ruraloo), se están poniendo en marcha experiencias colaborativas (Huevos Fritos Verdes o Rurales EnREDadxs), las empresas rurales están sumándose cada vez más al comercio electrónico... Es decir, el medio rural también tiene su sitio -y muy grande- en la web 2.0. Pero desde mi punto de vista aún hay muchas facetas de la web social que no están siendo aprovechadas por el medio rural, como:

  • el crowdfunding (financiación colectiva de proyectos de interés social), 
  • el crowdsourcing (trabajo colaborativo para el aprovechamiento de la inteligencia colectiva)
  • o el coworking (espacio de trabajo compartido por profesionales y empresa,s de diferentes sectores incluso, con objeto de ahorrar costes y aprovechar las sinergias entre empresas).

La causa en parte: la relativa calidad de las conexiones en el medio rural. Internet es una herramienta básica para hablar de Desarrollo y, por eso, el acceso a Internet en las mismas condiciones que el medio urbano sigue siendo una de las asignaturas pendientes del medio rural. Existen alternativas diversas y factibles, que podrían no sólo proporcionar nuevas formas de trabajo a las empresas rurales existentes sino fomentar la creación de otras nuevas y, como no, posibilitar el autoempleo a través del teletrabajo. Cualquier empresa del medio rural necesita o va a necesitar acceder y gestionar redes sociales para comunicarse con sus clientes, intercambiar archivos, gestionar comercio electrónico, conocer la actividad de su competencia... y la tecnología para un acceso a Internet de calidad en las zonas rurales debe ser prioritario para las administraciones que de verdad se impliquen en el Desarrollo Rural
Hace pocos meses, el gobierno anunciaba su confianza en las redes 4G al respecto. Pero, en cualquier caso, sin un compromiso de los operadores de telecomunicaciones y una apuesta real de la Administración será difícil que en el algún momento el medio rural se equipare a las ciudades en calidad de acceso a la Red. Está en juego el futuro del medio rural, que no puede permanecer al margen del Internet del futuro, el de la web 'inteligente', la web 3.0.


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